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Con la llegada del verano, las altas temperaturas hacen que estemos más cansados, no dormimos bien por las noches, se nos quita el apetito… Sólo nos apetecen cosas ligeras y, si son fresquitas, mejor que mejor.

Para tener fuerzas en nuestro día a día, es muy importante una buena alimentación y una buena hidratación. Aquí os dejamos algunos consejos que os ayudarán a sobrellevar las altas temperaturas propias de esta época del año.

Consejos para llevar mejor el calor:

  • Conviene evitar comidas pesadas, con muchas especias o con muchas grasas, que hacen que tengamos digestiones pesadas.
  • En verano nuestro cuerpo consume menos energía, por lo que la dieta debe de contener menos calorías.
  • Vitaminas, minerales y antioxidantes son indispensables en esta época para un buen funcionamiento del organismo.
  • Se debe incrementar la ingesta de agua, para asegurar una buena hidratación.
  • Comer 4-5 veces al día y mantener los horarios ordenados sin saltarse comidas.
  • Evitar bebidas alcohólicas y azucaradas que contienen muchas calorías.

Opciones de comidas para el verano:

  • Ensaladas: lo bueno que tienen es que las puedes combinar a tu gusto, tienen pocas calorías, aportan mucha agua y nutrientes, sacian el hambre y nos ayudan a mantenernos hidratados por fuera y por dentro. Son una opción muy saludable y fresquita para los meses de calor. Lo ideal para acompañarlas es el aceite de oliva, el vinagre o el limón e intentar no añadir salsas (para evitar acumular calorías de más).
  • A la plancha: si estamos de vacaciones o no tenemos mucho tiempo para dedicarle a la cocina, una opción sana es el pescado a la plancha, la ternera, salteado de verduras…
  • Bocadillos: intenta optar por cosas frescas y sanas, el clásico bocadillo vegetal (atún, lechuga, tomate, espárragos, un chorrito de aceite de oliva y sal), uno de tortilla francesa con rodajitas de tomate, uno de queso fresco y rodajitas de tomate con orégano, y un largo etcétera son opciones muy sabrosas y apetecibles en esta temporada.
  •  Sopas, cremas ligeras: como el gazpacho, salmorejo, crema de calabacín, crema de puerros… por supuesto, todas fresquitas, muy apetecibles. Contienen muchas vitaminas, nos refrescan e hidratan y son de digestiones ligeras.
  • Fruta fresca: melón, sandía, melocotón, peras de agua, cerezas… si la fruta es de temporada más sabrosa y cn más nutrientes. Puedes tomar fruta en macedonia y combinas varias piezas.
  • Batidos: otra opción muy sana y rica. Combinados con leche o yogur, más nutritivos todavía.
  • Alimentos antioxidantes: la zanahoria, el tomate, el melocotón o los frutos rojos (fresas, cerezas) son frutas ricas en antioxidantes, carotenos y vitaminas A, E y C, nutrientes que nos ayudan a frenar la acción de los radicales libres y a prevenir el efecto de envejecimiento provocado por los rayos del sol.
  • Cuidado con estos alimentos en verano: huevo, mayonesa, lácteos y derivados, pescados y carnes crudas, marisco… Evitar romper la cadena del frío y mantenerlos siempre en nevera antes de consumirlos.
  • Cenas ligeras: sopa de melón con dados de jamón serrano, ensalada de pescado, calamar con pisto, tortilla de berenjena con ensalada de mojama, quesito fresco con rodajas de tomate con orégano por encima, y muchas más; son ideas para esas cenas que cuanto más ligeras y de fácil digestión mejor nos dejarán dormir.

Ya sabes, cuidarse en verano no es tan difícil si ponemos un poquito de voluntad.