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Drenaje linfático postoperatorio en Gandia

Cuando vas a someterte a una cirugía plástica, suele aplicarse el drenaje linfático como una terapia pre y postoperatorio, motivo por el cual, muchos pacientes presentan dudas respecto al mejor momento en el que debe realizarse este tratamiento. En nuestra clínica en Gandia te informaremos sin compromiso de las ventajas de este tratamiento.

Considerando que este tiene como propósito preparar la piel y el tejido, específicamente en la zona donde se va a intervenir para que la recuperación sea más rápida, es común que existan dudas al respecto.

Por este motivo, aquí te explicamos todo lo que debes saber del drenaje linfático preoperatorio y drenaje linfático postoperatorio. El drenaje linfático postoperatorio lo podemos trabajar con presoterapia médico estética, mediante diferentes programas, adecuados a las necesidades de cada paciente.

La linfa

Lo primero que debemos saber para comprender el drenaje linfático, es qué es la linfa. Se trata de un líquido amarillento que se encuentra en las células y, por consecuencia, en los órganos. El sistema encargado de su funcionamiento es el Sistema Linfático.

Se compone de restos de células muertas, grasa, bacterias, proteína, agua, partículas, entre otros elementos presentes en la sangre, como los linfocitos y otras células comunes.

La linfa circula por los vasos linfáticos a través de todo el sistema linfático, llegando a los tejidos y volviendo nuevamente al sistema circulatorio.

En este sentido, en el momento de realizar una intervención quirúrgica, la linfa debe drenarse a través de un proceso denominado: drenaje linfático. Dicha terapia se realiza con el propósito de mejorar el estado de los tejidos para su recuperación.

Por ello, al realizar el drenaje linfático postoperatorio, lo que se busca es complementar la cirugía para reducir el tiempo de recuperación y obtener resultados efectivos en lo que respecta a la cicatrización y regeneración de tejidos.

Operaciones en las que se recomienda

Muchos pacientes se preguntan para qué tipo de operaciones se recomienda realizar el drenaje linfático postoperatorio. Lo cierto es que esta terapia se recomienda en muchas cirugías por especialistas de la salud.

Sin embargo, por lo general este tipo de tratamiento es considerado como indispensable para las liposucciones, prótesis mamarias, lifting facial, rinoplastia, dermoplastia abdominal, blefaroplastia y otras cirugías estéticas.

El drenaje linfático manual es una terapia que debe ser realizada de manera exclusiva por un profesional, ya que, se requiere de movimientos precisos para movilizar la piel durante el periodo de recuperación, lo que implica la aplicación de ciertas técnicas para facilitar la retracción de la misma. Hoy en día existen otras técnicas como Indiba o la presoterapia médica con la que con un programa adecuado se consigue realizar un buen drenaje linfático.

Además, es importante considerar que la terapia del drenaje linfático, ya sea pre o postoperatorio, sólo podrá realizarse una vez que se tenga el consentimiento del médico, teniendo en cuenta que, de lo contrario, podrían generarse complicaciones en el paciente.

Ventajas del drenaje linfático

Teniendo en cuenta que el drenaje linfático es una terapia que se emplea con el fin de mejorar la circulación linfática, no es de extrañar que sus ventajas están asociadas a este aspecto, lo cual suele realizarse después de intervenciones quirúrgicas como las que se mencionaron anteriormente para mejorar la reparación y la inflamación de los tejidos.

Además de esto, el drenaje linfático ofrece las siguientes ventajas:

  1. Disminuye el dolor causado por la inflamación después de las intervenciones quirúrgicas.
  2. Mejora la cicatrización del tejido y evita la fibrosis subcutánea, especialmente en el caso de la liposucción.
  3. Ayuda a evitar la contractura capsular después del aumento de mamas.
  4. Mejora el proceso de desaparición de la equimosis.

Como podemos notar, las ventajas o beneficios del drenaje linfático, especialmente en las operaciones que hemos mencionado anteriormente, son muy variadas, y ofrecen buenos resultados en poco tiempo con un buen tratamiento bien realizado.

Por supuesto que, para garantizar el funcionamiento de este tratamiento, es importante contar con el asesoramiento y el buen diagnóstico de un especialista que garantice la efectividad de la terapia para drenar la linfa, ya sea antes o después de la intervención.

Comenzar la terapia de drenaje linfático después de la operación

Una preocupación frecuente presentada por los pacientes, es cuando comienza la terapia después de la intervención, ya que, considerando que después de la misma, el tejido puede estar inflamado y sensible, pensar en la manipulación del mismo para drenar linfa puede ser un poco desagradable.

Sin embargo, la verdad es que el drenaje linfático es un proceso muy sencillo, que además favorece a la desinflamación del área afectada. Por ello, se recomienda que después de 24 o 48 horas después de la operación se comience con la terapia.

Claro que este periodo puede variar dependiendo de las consideraciones del médico, especialmente porque en algunos casos, no es recomendable comenzar con la terapia de inmediato, tal como sucede con el caso de las liposucciones donde se recomienda comenzar el tratamiento entre 5 y 7 días después.

Es importante recordar que no puede realizar el drenaje linfático si se manifiestan síntomas o si se tiene un diagnóstico de enfermedades tumorales, al igual que se debe evitar en caso de que se genere una infección en la zona o se tiene una herida abierta, ya que, en estos casos, la zona podría resultar gravemente afectada.

Para evitar estos riesgos, lo más recomendable es consultar con un especialista cuál es el mejor momento para comenzar la terapia y cuáles son las condiciones adecuadas para dar inicio al tratamiento.

Por otra parte, es importante recordar que, una vez realizada la operación y comenzada la terapia de drenaje linfático, se deben seguir las recomendaciones del especialista al pie de la letra, para evitar de esta forma contraindicaciones médicas que puedan afectar al paciente.

Algunas razones para hacer el drenaje linfático postoperatorio

Dentro de las razones más importantes para realizar el drenaje linfático postoperatorio se encuentran las siguientes:

  1. Disminuye el periodo postoperatorio.
  2. Reduce inflamación o edema.
  3. Acelera el proceso de recuperación de los tejidos.
  4. Permite la recuperación de la sensibilidad en el tejido después de la intervención.
  5. Es ideal para eliminar los restos de anestesia, medicamentos, suero o cualquier otro componente que pudiera quedar después de la operación.
  6. Permite la regeneración de los vasos linfáticos y capilares, especialmente tras la liposucción.
  7. Mejora la apariencia de la piel.
  8. Es ideal para la cicatrización de la piel.